Tras un ejercicio 2020 marcado por el repentino e inesperado efecto de la pandemia por COVID 19, que ha tenido importantes efectos en la disponibilidad y la movilidad de las materias primas y los productos intermedios en general y en la industria química en particular, todos esperábamos ver que nos iba a deparar 2021 en cuanto a actividad, disponibilidad de productos y precios. Honestamente debo decir que la realidad, por lo que a la primera mitad del año se refiere, ha sobrepasado nuestras previsiones. El feedstock ha mostrado una pertinaz carencia de determinadas corrientes del benceno que han generado una escasez de productos sin precedentes que, a la vez, además de un generalizado efecto de allocation (palabra de moda en la industria), ha provocado incrementos de precios nunca vistos en cuanto a su importancia y duración. A este efecto hay que añadir el derivado de la dificultad del transporte marítimo con incrementos de los costes interoceánicos de más del 100% con relación a los de 2019.
La segunda mitad del año no parece mostrar signos de cambio en cuanto a estos efectos. Seguimos recibiendo noticias de escasez de materias básicas que repercuten en la disponibilidad y precio de sus derivados, y el transporte marítimo no da signos de distensión.
En este escenario, la sólida red de suministro y distribución consolidada por Interpur a lo largo de sus más de 15 años de experiencia en sus mercados, nos ha permitido, no solo atender a nuestros clientes habituales si no además experimentar un importante crecimiento en nuevas cuentas en un camino exitoso, si bien, no exento de dificultades.
Vamos a ver como se desarrolla, pues, este segundo semestre en el convencimiento de que sea como sea, en Interpur vamos a estar en condiciones de dar respuesta a las expectativas de nuestros mercados.
